Mi Estrategia de Inversión: Buscando Libertad Financiera y Emocional

Desde hace meses, he estado en una etapa de cambios importantes en mi vida. Decidí salir de mi zona de confort y embarcarme en un camino poco convencional que busca equilibrar dos cosas que valoro profundamente: mi libertad y mi bienestar emocional.

El Inicio de la Aventura

En julio, tomé la difícil decisión de separarme de mis hijos y dejar el lugar que habíamos compartido. Los dos meses siguientes no fueron fáciles; mi estado emocional estaba muy afectado, y sentía que cualquier progreso significativo era casi imposible. Pero a veces, la tormenta interior es lo que nos motiva a buscar un cambio radical.

Fue así como, hace unas semanas, decidí invertir en criptomonedas, un terreno lleno de incertidumbre pero también de oportunidades. Tomé un préstamo que representa un tercio de mi línea de crédito y lo destiné a este experimento financiero. Aunque puede parecer una decisión "alocada", me basé en mi instinto y en una evaluación básica del mercado.

¿Por qué Criptomonedas?

Lo que más me atrajo de las criptomonedas fue su potencial para generar ingresos en un tiempo relativamente corto. No quería comprometerme con un empleo tradicional que me consumiera mentalmente y me atara a un horario rígido. Necesitaba una solución que me permitiera ser dueña de mi tiempo mientras trabajaba en mi salud emocional.

Los Primeros Resultados

A pesar de los riesgos, las cosas han marchado bien. La inversión inicial ya muestra signos de crecimiento, y las noticias positivas sobre el futuro de las criptomonedas me llenan de confianza. Mi meta actual es que la inversión crezca al menos un tercio para cubrir la primera mensualidad del préstamo.

Un Respaldo Estratégico

Además de la inversión, opté por aceptar un empleo temporal como demostradora, solo durante los fines de semana. Este trabajo no representa una carga mental para mí, pero me da un ingreso extra que puedo usar como respaldo. Curiosamente, me he encontrado disfrutando el proceso de intentar vender, analizando qué tipo de personas son más propensas a comprar y aprendiendo de cada interacción.

Reflexiones Finales

Todavía me siento al inicio de esta travesía, pero por primera vez en mucho tiempo, estoy emocionada por lo que viene. Cada pequeño avance fortalece mi ánimo y mi determinación de construir una vida que me permita ser libre y cuidar de mí misma.

El camino no es fácil, y sé que hay quienes me ven como alguien "loca" por elegirlo. Pero al final del día, lo que importa es que estoy tomando el control de mi vida y apostando por un futuro mejor.

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Me gusta como la IA separa con subtítulos

Cómo Protejo Mis Ganancias: Estrategias Sencillas para Invertir con Inteligencia

Invertir puede ser emocionante y aterrador al mismo tiempo. Hace poco comencé mi camino en el mundo de las criptomonedas, buscando convertir un pequeño capital en algo más grande. Aquí comparto cómo estoy manejando este proceso, enfocándome en estrategias para proteger mis ganancias y minimizar riesgos.

1. Definir Metas Claras
Antes de invertir, me planteé un objetivo específico: no solo crecer mi inversión, sino también pagar un préstamo que tomé para ello. Esta meta me ayuda a mantener el enfoque y evitar decisiones impulsivas.

2. Optar por el Método HODL
Una de las estrategias que he decidido aplicar es el HODL (mantener la inversión a largo plazo). Esto me permite esperar a que el mercado favorezca mis objetivos, evitando la presión de vender ante pequeñas fluctuaciones.

3. Pago Gradual del Préstamo
Para minimizar riesgos, tomé un préstamo a corto plazo, lo que me ayuda a pagar menos intereses. Mi plan es pagar la primera cuota usando las ganancias de la inversión si el mercado sigue al alza, manteniendo el monto inicial intacto.

4. Plan de Contingencia
Siempre existe la posibilidad de que el mercado no se comporte como espero. Por eso, tengo un plan alternativo: buscar un trabajo de medio tiempo o sencillo que me permita generar ingresos adicionales mientras mantengo mi inversión y trabajo en mi blog.

5. Diversificación de Fuentes de Ingreso
No todo depende de las criptomonedas. Además de mi plan de contingencia, mi blog monetizado es otra herramienta para generar ingresos. Aunque todavía está en desarrollo, lo veo como una pieza clave para el futuro.

Invertí todo lo que no tengo en criptomonedas

La chispa de la locura

El mundo gira y no se detiene, la vida avanza y cambia, para bien o para mal. Creo que lo más importante es disfrutar lo que se hace. La vida es un riesgo, no sabemos cuándo puede ser nuestro final.

Me cansé de sentirme atrapada en una pequeña caja, construida solo en mi mente. Puede que haya perdido la razón, o tal vez haya dejado de tener miedo. Debido a motivos personales un poco complicados de explicar, tomé una decisión: hacer un experimento pequeño, pero que en pocos días mostró resultados favorables. Fue ahí cuando decidí dar el siguiente paso y arriesgarme aún más. Un riesgo muy alto, que no aconsejo a nadie, pero que sentí que tenía que tomar debido a mi situación.

Vivir sin trabajar

Mi pequeño experimento comenzó con 22 pesos invertidos en criptomonedas, que en menos de 15 días se convirtieron en 28. No tuve que hacer nada, solo ver cómo los números cambiaban. Fue en ese momento cuando algo cambió en mí, porque nadie en su sano juicio haría tal cosa.

Mi situación actual no es fácil. No tengo ingresos estables ni un trabajo formal, y eso ha generado cierto estrés en mi vida. Pero también me di cuenta de que vivir siempre bajo presión no tiene sentido para mí.

Cuando pienso en "vivir sin trabajar", no me refiero a no hacer nada en absoluto. Más bien, me refiero a no estar atrapada en un ciclo de trabajo que no me llena. Creo que cuando se hacen las cosas que uno ama, la idea de "trabajo" desaparece.

El experimento inicial: 22 pesos y una revelación

Volviendo a los 22 pesos, tengo una cuenta en una aplicación que me ofrece una línea de crédito considerable, mucho mayor de lo que podría pagar con mi capacidad actual. Por esta razón, siempre evitaba pedir préstamos grandes. Sin embargo, al ver el éxito de mi pequeño experimento, tomé una decisión arriesgada: pedí un tercio de mi crédito e invertí ese dinero en criptomonedas.

Sé que mi conocimiento del mercado es bastante limitado, pero las criptomonedas tienen un gran potencial. Vi cómo subían y bajaban, y algo en mi intuición me decía que valía la pena arriesgarme. Claro, todo esto es muy volátil, pero como dicen, quien no arriesga no gana. Sin embargo, debo ser consciente de que este es un camino incierto, y me preparo para cualquier eventualidad.

La gran apuesta: Un salto al vacío

Si todo me sale bien, en un plazo de tres meses habré convertido mi préstamo en dinero propio. Y si te preguntas cómo voy a pagar el préstamo, lo haré con las mismas ganancias que obtenga de la inversión. Si las criptomonedas no sufren una caída estrepitosa (lo que siempre puede pasar), pagaré la primera mensualidad con las ganancias, mientras el resto sigue trabajando para crecer.

Mientras tanto, algunos conocidos me recomiendan buscar un trabajo para tener un respaldo real. Aunque estoy considerando algunas opciones, sigo tomando medidas para asegurarme de cubrir mis gastos diarios mientras sigo apostando por este experimento.

Entre la intuición y el riesgo

Puede que esta sea la mayor locura que haya cometido. Aún no sé si terminaré en un camino de éxito o de desastre. Solo el tiempo lo dirá, pero de alguna manera, me siento libre. Este riesgo es parte del proceso, y aunque la incertidumbre está presente, tengo la motivación de seguir adelante. Si esto no funciona, al menos habré aprendido algo importante en el camino.

El futuro incierto, pero emocionante

Nota importante: Compré criptomonedas en una semana en la que estaban al alza. Esta semana han comenzado a bajar, pero se espera que vuelvan a subir.

Así que, aquí estoy, apostando a que este viaje tendrá un buen desenlace. ¿Será este el futuro que muchos predicen para las criptomonedas? O tal vez aprenderé de la forma más difícil que no todo lo que sube necesariamente se mantiene. Sea como sea, esta es la decisión que tomé, y lo que venga, será parte de la experiencia.